miércoles, 25 de noviembre de 2015

Lesiones cervicales.

Pólipos cervicales:

Son crecimientos neoplásicos benignos del cérvix. 
Un pólipo es una proliferación localizada de células (casi siempre columnares) situadas en el endocérvix. Los pólipos endocervicales tienden a tener un color rojo más carnoso y se originan en el conducto endocervical, con un tallo largo y pedunculado. Los pólipos ectocervicales son menos frecuentes, casi siempre son pálidos y se originan en el ectocérvix para crear una protrusión de base amplia. Los pólipos cervicales pueden ser aislados o múltiples, y su diámetro varía desde unos cuantos milímetros hasta varios centímetros. Si causan síntomas, por lo general se trata de hemorragia con el coito o menorragia. Los pólipos de base amplia se extirpan mediante torsión del pólipo para desprenderlo por su base. Los pólipos de base más amplia se extirpan con cauterio u otras modalidades que permiten controlar la hemorragia después de la extirpación. Aunque la incidencia de neoplasia es baja (1% o menos), tanto los carcinomas de células escamosas como los adenocarcinomas pueden presentarse como pólipos.
Es una de las tumoraciones más frecuentes del aparato genital. Suele aparecer alrededor de los 50 años y en multíparas.

Figura 1. pólipo endocervical.


Figura 2. Pólipos cervicales.


Quistes:

Los más fecuentes son los quistes de Naboth, se producen por un proceso de metaplasia escamosa. Una capa de epitelio escamoso superficial  atrapa una invaginación de células columnares debajo de su superficie. Las células columnares subyacentes continúan la secreción de moco y se crea un quiste por retención del mismo. Estos quistes son opacos, con un tinte amarillento o azulado. Casi siempre miden entre 0.3 y 3 cm.


Figura 3: Quistes de Naboth



Ectropión:

El ectropión se define como la eversión del epitelio cilíndrico endocervical hacia el exocérvix, presentándose generalmente como una alteración que rodea el orificio cervical externo. La eversión del epitelio cilíndrico se caracteriza por ser más pronunciada en los bordes anterior y posterior del exocérvix y menor en sus porciones laterales. Es un proceso normal y fisiológico. Generalmente en el ectropión observamos el desplazamiento de toda la mucosa, con inclusión de las criptas y el estroma subyacente. La manifestación clínica de la ectopia, sobre todo cuando es extensa, es la presencia de leucorrea mucosa que aumenta a la mitad del ciclo con el aumento de estrógenos y la ovulación. Esto es debido a la hipersecreción del epitelio ectópico produciendo aumento del moco. Los síntomas comúnmente presentes en el ectropión son: sangrado poscoital y por contacto. El principal origen del ectropión cervical es infeccioso así como factores mecánicos y congénitos; alrededor del 50% de las mujeres con leucorrea crónica presentan dicha alteración.


Figura 4.  Ectropión


Úlceras:

Se van a producir generalmente en las mujeres con prolapso grave. El roce del exocérvix con la ropa lesiona su epitelio, que desaparece dejando al descubierto una superficie más o menos extensa de tejido conjuntivo que sangra al contacto. Estas lesiones suelen infectarse, recubriéndose de finas capas de color negruzco y otras veces con zonas amarillentas. Los cuellos con erosiones infectadas suelen hipertrofiarse, adquiriendo un volumen considerable, lo que es mucho más llamativo si se tiene en cuenta que, generalmente, se trata de postmenopáusicas, a veces ancianas, que suelen tener un útero atrófico. El tratamiento, además de tratar la infección, consiste en la corrección del prolapso y la extirpación del cuello, o bien la histerectomía vaginal, que en estos casos suele ser más sencilla.



Figura 5. Úlceras



Desgarros:

Los más frecuentes son de causa obstétrica, y la mayoría de las veces se van a producir en partos instrumentales. Lo habitual es que se diagnostiquen y reparen durante el parto, pero también el diagnóstico puede efectuarse años más tarde. Generalmente, van a ser pequeños y no producen ningún tipo de trastorno, pero en ocasiones son tan grandes que pueden provocar hemorragia intensa. También pueden ser consecuencia de la dilatación del cuello para realizar un legrado o una histeroscopia. Las secuelas de los desgarros pueden ser la insuficiencia cervical y la infección. En ocasiones los desgarros afectan al orificio cervical interno, produciendo una insuficiencia cervical, que puede ser la causa de abortos tardíos y de partos pretérmino; los grandes desgarros pueden también producir la salida del epitelio endocervical al ambiente vaginal, favoreciendo las infecciones. 

Figura 6. Desgarro cervical.

Laceraciones:

Estas son pequeñas como consecuencia de la enorme dilatación que tiene que sufrir el cérvix en un periodo muy breve de tiempo.  Son rara vez asintomáticas y, por tanto, no suelen diagnosticarse. La laceración puede afectar sólo la periferia del cuello o extenderse hacia arriba para afectar la vagina e incluso el segmento uterino inferior.


Miomas:

Los leiomiomas uterinos son neoplasias benignas que derivan del músculo liso uterino. Van a estar constituidos por fibra muscular lisa con un estroma conjuntivo en cantidad variable. Habitualmente los miomas se localizan en el cuerpo uterino, y más raramente en el cuello, donde lo hacen aproximadamente un 10% En este último caso pueden asentar en el ectocervix, pudiendo formarse miomas pediculados que son visibles en la exploración con espéculo y que tienen un aspecto parecido al de un pólipo cervical, aunque con una dureza característica. Otras veces crecen hacia la porción supravaginal, distorsionando la forma del cuello. A diferencia de los de localización corporal, los miomas del cuello se clasifican según su crecimiento en: intraligamentarios, subvesicales, rectovaginales, de desarrollo intravaginal con base sesil o pediculado en el exocervix, y polipoide con base de implantación en el canal cervical. Pueden constituir una causa poco frecuente de esterilidad por obstrucción mecánica o distorsión del conducto cervical. 


Figura 7. Miomas.




Bibliografía:
  • Trejo Solorzano  Oscar Augusto, Solórzono Camacho José Manuel. Ectropión cervical: factor de riesgo para lesiones precursoras y cáncer cervico uterino. Archivos Médicos de Actualización en Tracto Genital Inferior Año VI, No. 11, Octubre 2014 SECCIÓN 4 Hospital Civil de Guadalajara, Fray Antonio Alcalde, Centro Universitario de Ciencias de la Salud CUCS), Universidad de Guadalajara, Jal. México.
  • Niswander K. R. Obstetricia, Práctica clínica. Editorial Reverté. Edición 4, 2001. España.
  • Gómez Fernández Julia. Patología benigna y lesiones premalignas de cérvix. Servicio de Obstetricia y ginecología. Hospital Universitario Virgen de las Nieves Granada, 2007.
  • Hoffman Barbara L. Williams Ginecología. Mc Graw Hill, 2da edición, 2014.
  • Hacker Neville, Ginecología y obstetricia. Manual moderno, 5ta edición, 2011.




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